Vuelve a Casa de papá/ Directo al corazón.

Yeshúa (Jesús) les dijo esta parábola: Un hombre tenía dos hijos; y el menor de ellos dijo al padre: "Padre, dame la parte de la herencia que me corresponde." Y él les repartió la herencia. Pocos días después el hijo menor lo reunió todo y se marchó a un país lejano donde malgastó su herencia viviendo como un libertino.

Está reflexión nos origina  Una enseñanza basada en que nosotros como hijo de Dios cometemos errores, pero cuando nos damos cuenta de nuestros errores es cuando ya estamos siendo probados, y cuando estamos siendo  probados, suceden cosas que a veces nos llevan a un  cambio en nuestras vidas, es decir, comienzan  desde  nuestro  interior cambios: por ejemplo, cuando compras una casa nueva o cuando te alquilas en una casa toda la cosa que no sirven las sacas fuera o  la tiras a la basura, entonces ea cuando ingresas  las cosas nuevas que tienes a esa  casa, también la pintas luego la organizas para poder aviatrla,  así sucede con nosotros, cuando Él  Eterno padre Dios nos pone a prueba y nos comienza alimpiar o purificar desde  nuestro interior hasta verse reflejado en nuestro exterior, y entonces es cuando Él te bautiza en fuego con poder del Espíritu Santo, es decir, Él habitar en nosotros con el Ruaj  Hakodesh (Espíritu Santo) Amén.